Una estimación de 330.000 bebés robados y adopciones ilegales en el Reino de España.

En el año 2012, al principio, como afectado y profesional de la comunicación, no daba crédito.

Fué entonces cuando sentí la inminente necesidad de indagar la veracidad de estos inauditos hechos en paralelo a la búsqueda de nuestra familia.

Después de 4 largos años constatando e investigando casos, tratando con las administraciones y efectuado una intensa peregrinación activa sobre el terreno, he podido comprobar cada día con estupor las dimensiones de esta hecatombe sucedida en mi tierra, el Reino de España. Soy hijo de emigrante y viví toda mi inffancia, adolescencia y parte de adulto en el extranjero, jamas imagine que esto había ocurrido en mi país, no puedo más que sentirme horrorizado y expresar mi repulsa. Me parece incluso denigrante la actitud de ciertos políticos de este país, que en vez de colaborar para contribuir a dilucidad la verdad en esta noble Causa que atañe a la defensa de los Valores y Dignidad de las Familias, se empeñan a hacer todo lo contrario, pretenden imponer sus leyes del silencio, del olvido, de la prescripción y de la distracción convirtiéndose en complices de los miserables criminales autores sin escrúlulos de esta sangría. Pero yo ya estoy curado de espanto, ya no me sorprende nada en el Reino de España. Sí, esta es lamentablemente la siniestra dinámica.

Nosotros no sólo somos víctimas del pasado, también somos víctimas en el presente.

Visto lo visto, no lo dude ni un instante. Para empezar, decidí confeccionar de forma totalmente altruista esta humilde web que además ha sido manipulada en dos ocasiones (2013 y 2014), con el objetivo de alojar todo tipo de información en pro de la Causa y sobre todo con la intención de centralizar la difusión de las búsquedas. Una árdua tarea que absorbe gran parte de mi tiempo trastocando mi actividad profesional e incluso mi vida privada. Ahora puedo decir que tengo la firme convicción que voy a seguir en esta línea. No hay marcha atrás. No soporto las injusticias.

Considero que no podemos ignorar esta tremenda barbarie y escándalo nacional que salpica a altas esferas, tanto institucionales como religiosas. La Sociedad Civil, no podemos ni debemos tolerar ni un sólo segundo tanto cinismo, tanta hipocresía y tanta maldad.

Toda la gente de bien, tenemos la obligación moral, legal y cívica de tomar cartas en el asunto.

Quiero desde aquí hacer un llamamiento a las personas que deseen aportar su colaboración económica para ayudar a la Causa.

De momento, he puesto y estoy poniendo todos los recursos personales económicos y técnicos que están en mi mano y en la medida de mis modestas posibilidades.

Sin embargo, no me faltan las ideas para hacer frente a este repugnante sacrilegio que ha afectado a la clase obrera principalmente. Necesitamos más medios. Pienso que, entre tod@s podemos hacer mucho más para concienciar, impulsar y propiciar reencuentros a nivel nacional con la finalidad restituir la decencia y la dignidad de las personas honestas y honradas que han sufrido semejante agresión.

Es por esto que he iniciado esta campaña de micro-mecenazgo.

Espero poder contar con vuestra inestimable colaboración para proseguir con esta árdua lucha y más que necesaria tarea.

Por supuesto, mi compromiso personal aquí es dar seguimiento e informar de forma permanente de la evolución de los acontecimientos con total transparencia.

Muchas gracias por su atención y su implicación.